Abstract
Aunque se conviniese que en los arts. 40.2 CE y 43.1 CE no existe un derecho a la protección de la salud, sino un principio que expresa una función necesaria del proceso democrático, tenemos también que convenir que algún sentido ha de tener que el precepto utilice la palabra derecho en el art. 43.1 e imponga a los poderes públicos un deber de velar por la salud e higiene en el trabajo. Conviene insistir en que la elección de esas palabras (derecho y la imposición de un deber) no es algo neutro, pues implica, como primera providencia, que el mandato dirigido al legislador impone la obligación de dar luz a derechos subjetivos. Es decir, no cualquier modo de proteger la salud y seguridad vale, sino que han de protegerse mediante la atribución de derechos subjetivos a favor de aquellos a quienes se quiere proteger.
Even if it were agreed that in the arts. 40.2 EC and 43.1 EC there is no right to health protection, but a principle that expresses a necessary role of the democratic process, we must also agree that some sense must have the precept use the word right in Article 43.1 and impose on the public authorities a duty to ensure health and hygiene at work. It should be stressed that the choice of such words (right and the imposition of a duty) is not neutral, since it implies, as a first providence, that the mandate addressed to the legislature imposes an obligation to give light to subjective rights. That is, not every way to protect health and safety is worth it, but they must be protected by the attribution of subjective rights to those who are to be protected.L'opera è pubblicata sotto Licenza Creative Commons - Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International (CC BY-NC-ND 4.0)